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Pedro Vera, dibujante de cómics: «La gente ha pillado al vuelo los ranciofacts»

23/07/2021
Pedro Vera, con los personajes de cómic Ortega y Pacheco

Pedro Vera, el creador de Ortega y Pacheco y los #ranciofacts, reflexiona en esta entrevista de ClubPCBox sobre un concepto, lo rancio, que ha ascendido a categoría. El dibujante de cómics murciano, que podéis disfrutar desde las páginas del semanario de humor El Jueves y desde sus depurados volúmenes recopilatorios, es activísimo en redes sociales y participa en una sección —Persona física y un señor de Murcia— del programa de Onda Cero, Julia en la Onda.

A este historietista, que además de genial es buena gente, le hemos conocido a través de la tienda PCBox Huesca. Desde tierras murcianas, Pedro Vera contó con la tienda oscense para el ordenador de gaming de su chiquillo, un fan de Grand Theft Auto.

Portada de 'Ortega y Pacheco Deluxe', volumen 4

Ortega y Pacheco, la leyenda continúa

Pedro Vera es uno de los humoristas gráficos españoles más celebrados. En las páginas de El Jueves convirtió en leyendas a sus personajes Ortega y Pacheco, dos cazurros del campo de Murcia que ajustaban cuentas con las celebrities casposas patrias, los insufribles esnobs y las tribus —en el sentido más amplio del término— de todo pelaje, desde flipados del tuning y la música tecno, hasta gafapastas de lo más repelente.

Las viñetas de los Bud Spencer y Terence Hill de la piel de toro son lo más cercano a un lingotazo de aguardiente: a nadie dejan indiferente. Quien lee sus historietas, las disfruta —ríe y se recrea con lo que ve—, o bien tuerce el semblante. No se publican páginas nuevas desde 2012, pero el culto perdura. Han ayudado unos cuidadísimos tomos para coleccionistas: los cuatros volúmenes de Ortega y Pacheco Deluxe editados estos últimos años por Astiberri.

Pocos personajes nacidos en la década de los 90 se nos ocurre que sigan siendo tan venerados en pequeño comité. ¿Quizá el gran Lebowski, el legendario personaje cinematográfico creado por los hermanos Coen en el filme del mismo nombre de 1998, que fue precisamente el año en que la pareja de patanes más fascinante debutó en El Jueves?

Portada del volumen 'Mi puto cuñado - Ranciofacts 2'
Tomás Roncero, en la portada del volumen recopilatorio número 2 de #ranciofacts.

Los #ranciofacts, lo rancio como fenómeno

Ortega y Pacheco son objeto de culto. Sin embargo, si Pedro Vera ha alcanzado la condición de tótem ha sido gracias a las páginas de #ranciofacts y a la relevancia que él mismo ha alcanzado en redes sociales como antropólogo de lo rancio. No exageramos si decimos que los #ranciofacts han pasado a ser una categoría. El concepto estaba ahí para que alguien lo atrapase, lo despiezase y lo divulgase con el afán, sobre todo, de hacer cachondeo, de encontrar el chiste. «La gente pilló al vuelo la idea de los ranciofacts», resume en esta entrevista.

A través de la páginas de #ranciofacts que publica desde 2012 en El Jueves, Pedro Vera desmenuza, sirviéndose de gags, dibujos muy minuciosos y caricaturas que lo bordan, nuestra forma de ser y de hacer más rancia: las frases y coletillas sobadas hasta decir basta, escenas y situaciones de lo más revenidas, y las actitudes y formas de hacer que llevan un abundante topping de mugre y naftalina. El dibujo es costumbrista, con mala leche, con tono humorístico y con la agudez analítica del sociólogo de la calle que, pese a carecer de título, se las apaña bien.

Podéis seguir los #ranciofacts en las páginas de El Jueves, y revisitar muchos de los ya publicados en los cinco recopilatorios editados hasta ahora. El último lleva por título Aquí, sufriendo. #Ranciofacts 5.

El próximo gran proyecto de Pedro Vera, del que nos habla en esta entrevista, es una recopilación de #ranciofacts del mundo del cine que gustará a los que viven el séptimo arte —sí, es una fórmula rancia donde las haya para referirnos al arte cinematográfico— de todas las maneras posibles: desde el cinéfilo estirado, hasta el que se sabe de memoria todas las de Fast & Furious.

Pedro Vera, firmando un volumen recopilatorio de #ranciofacts
Pedro Vera, firmando un volumen recopilatorio de #ranciofacts.

#ranciofacts: ¿cómo nace la idea?

Primero creaste dos personajes de culto y al mismo tiempo populares del cómic español: Ortega y Pacheco. Y en los últimos años, desde las páginas de ‘El Jueves’, desde Twitter y Facebook, y también desde un programa de radio en Onda Cero, te has consolidado como una auténtica autoridad en lo rancio. ¿Cómo pasas de los garrulos, soeces y a la vez entrañables Ortega y Pacheco a los divertidos ranciofacts que publicas en ‘El Jueves’?

Fue una evolución natural. En las últimas historias de Ortega y Pacheco, ya aparecían escenas y conceptos rancios. Recuerdo, por ejemplo, que en una página de Ortega y Pacheco dibujé el calvo de la Lotería de Navidad [se refiere a un personaje de icónica calva que deseaba suerte en los anuncios televisivos de esta lotería a finales de los 90 y primeros años 2000], e hice cachondeo con las conexiones televisivas con barrios obreros en las que los premiados brindaban con sidra y respondían al periodista de turno que el dinero sería para tapar agujeros.

El hashtag #ranciofacts

En 2010 creaste el hashtag #ranciofacts en Twitter para sondear las profundidades de lo rancio en Twitter. Como quien no quiere la cosa, empezaba tu carrera como antropólogo de lo cutre, de las expresiones manoseadas, de las actitudes de vergüenza ajena. ¿Eras consciente del fenómeno que ibas a desatar?

[Sonríe] En ese momento no era consciente. ¡A la media hora de poner el hashtag #ranciofacts en Twitter, ya era trending topic!

¿Qué te animó a crear el hashtag #ranciofacts?

Una tarde, Pepe Colubi [escritor, periodista y guionista, que coincidió en El Jueves con Pedro Vera] me envió un correo sobre su libro California 83, y finalizaba el mensaje con la fórmula de «…y otras cosas que me dejo en el tintero». «¡Qué frase más rancia y más sobada!», coincidimos al rato los dos. En ese instante, surgió la chispa, vi que ahí había veta para explotar. Lo que más me llamaba la atención eran los tópicos y lugares comunes tan manidos de los periodistas. Las coletillas del estilo «un marco incomparable» y «se pone el mundo por montera». Se intuía pereza mental, y falta de ganas de hacer bien tu trabajo periodístico, utilizando palabras más precisas que los tópicos de toda la vida.

Sección #ranciofacts en el semanario ‘El Jueves’

Diste con lo que se iba a demostrar una mina en términos creativos y de humor: lo rancios que podemos ser, y toda la ranciedad que nos rodea. Pero tú en 2010 aún estás haciendo páginas de Ortega y Pacheco, ¿verdad?

Sí. El último año de Ortega y Pacheco fue una agonía. A nivel creativo, creo que hice algunas de las mejores páginas. Pero las encuestas que hacía la revista apuntaban a que había que ir cerrando la etapa de estos personajes. Yo ya había explorado el concepto de los #ranciofacts en unas páginas que llamábamos guindas. ¡Tuvieron éxito! Así que fue dejar de publicar Ortega y Pacheco en febrero de 2012, para estrenar la sección de #ranciofacts esa misma primavera.

Lo rancio: una mina para un dibujante de humor

Y ya han pasado 9 años. ¿Te imaginaste que iba a dar para tanto este concepto que todos conocíamos, pero que nadie catalogaba, y mucho menos lo hacía con humor?

La verdad es que no. En las primeras entregas, todo estaba muy condensado. En tres páginas, tocaba mil palos. No era sistemático: disparaba a todo lo que se movía. Decidí recoger cable, organizarme y crear un sistema de trabajo.

Se nos ocurre el tema de los bares en España, que se puede abordar desde un número casi infinito de enfoques.

Sí, por ejemplo, los bares y el comer fuera, dan muchísimo juego.

Caricaturas de Bud Spencer y Terence Hill, un dúo admirado por Pedro Vera
Caricaturas de Bud Spencer y Terence Hill, un dúo admirado por Pedro Vera.

Sistema de trabajo de Pedro Vera con los #ranciofacts

Antes hemos usado el término de ‘antropólogo’ de lo rancio. Incluso nos viene también bien la expresión de ‘curador de arte’, pero de lo casposo. ¿Qué sistema de trabajo sigues para abordar un concepto tan universal y ubicuo como lo rancio?

Me creo un tablero en Word en el ordenador, y allí voy planificando los temas.

El trabajo intelectual de detectar y clasificar personas, escenas, lugares y situaciones en clave rancia, debe ser brutal, ¿no?

La labor de planificación es titánica, pero la gente me ayuda un montón a través de las redes sociales. Cuando he publicado una página, me escriben: «Te has dejado esto y te has dejado esto otro». Muchas veces echo el señuelo en Twitter, a ver qué ideas pesco con la participación de mis seguidores. Pues nada, en los temas que a priori te puedan parecer más raquíticos, al cabo de una hora y media tienes todo el pescado que necesitas, y más.

¿Inteligencia colectiva?

Pues supongo que puedes utilizar ese término. Los seguidores en redes sociales son el termómetro más directo para saber si ha funcionado un gag. Y no solo eso, sino que me aportan ideas.

Los seguidores de redes sociales de Pedro Vera y sus #ranciofacts

Cuando hablas de aportar ideas, se entiende que tus seguidores te inspiran, ¿pero también se infiere que te facilitan conocimiento? Es que tus páginas, aunque sobre todo buscan hacer reír, son un auténtico trabajo enciclopédico. Pedro Vera, ¿el ‘Diderot’ del conocimiento rancio?

[Se ríe] Está claro que yo no puedo saber de todo. Pongo un ejemplo: el mundo de los moteros. Con este tema, necesito que los que saben me ilustren de todo aquello rancio que hay en ese mundillo.

Encabezamiento de una serie de #ranciofacts de tres páginas sobre Grand Theft Auto
Encabezamiento de una serie de #ranciofacts de tres páginas sobre ‘Grand Theft Auto’.

Para las páginas sobre gaming, ¿te ayudó tu hijo adolescente, que es un fan de ‘Grand Theft Auto’?

[Ríe] Alguna idea me debía dar, porque yo no soy muy gamer. Lo que está claro es que uno no puede estar a full con todo. Por otro lado, también es absurdo hacerlo muy específico. Debes llegar a todo tipo de lectores, por lo que debes apostar por situaciones y escenas reconocibles por todos.

¿Juegas al ordenador con tu hijo?

Juego a veces al GTA, a la modalidad no online. Mi hijo es más del gaming online.

Viñetas sobre salones recreativos, la prehistoria del gaming

En los gags sobre los salones recreativos, esos antros donde la chavalada pasaba tantas horas en los años 80, ¿todo era cosecha propia?

Sí, claro. El primer videojuego al que jugué fue el de los dos palitos que iban peloteando la bola. La consola era de un amigo que tenía dinero para gastar en algo que en mi familia era visto como un capricho. A los Space Invaders estuve jugando hasta la universidad.

#ranciofacts sobre las máquinas recreativas de los años 80

¿Y ‘Street Fighter’?

Cuando se convirtió en un fenómeno, yo ya casi no jugaba a las recreativas.

Las viñetas de #ranciofacts de las recreativas hacen reír, y también son una maravilla para los nostálgicos.

Ahora que lo dices, cedí dibujos para un libro sobre la historia de los videojuegos.

La informática y la tecnología, ¿también pueden ser cosa rancia?

[Sonríe] Ahora me has hecho recordar una página de Ortega y Pacheco. Unos nerds les dicen: «Para ver si de verdad controláis el tema de la extensión de archivos, nos tendréis que traer para mañana miles de AVIs corruptos [el formato de archivos de video digital], y restaurarlos delante nuestra para demostrar vuestra valía». Al día siguiente la pareja les trae «Miles Davis corrupto y desenterrao». El cadáver de Miles Davis, el músico de jazz. Ortega y Pacheco son unos bestias.

Historieta en que Ortega y Pacheco intentan congeniar con un grupo de 'nerds'
Historieta en que Ortega y Pacheco intentan congeniar con un grupo de ‘nerds’.

Es lo que tiene pasarse de listo con Ortega y Pacheco, ir con ínfulas con ellos.

Pues sí [se ríe].

#ranciofacts: los lectores sintonizaron enseguida con la idea

Volvamos a los #ranciofacts. Lo que es curioso y a la vez un indicador del éxito del concepto de lo rancio es que la gente pilló la idea a la primera.

La gente pilla al vuelo el concepto de lo que es rancio. Lo rancio siempre había estado ahí. Yo lo único que he hecho es fomentar la conversación sobre este tema, y no solo desde una perspectiva de crítica. Mi primer objetivo es hacer chistes.

Pero la crítica también está presente en tus dibujos.

A ver, es que hay cosas que sí que puedes poner en la diana de la crítica. Dos amigos van en el metro, por los altavoces del vagón suena «próxima parada Chueca», y uno de ellos le dice al otro: «Ahí te bajas tú, Pepe». Es que está lo rancio, y luego está lo rancio casposo.

¿Lo rancio dos veces rancio?

No se trata de ir con una actitud de superioridad moral, pero a veces sí que hay situaciones que llaman la atención. Y piensas: «Pero… ¿cómo?».

#ranciofacts sobre los 'fachas'#ranciofacts sobre los 'progres'

Unas de las páginas de #ranciofacts que generaron más debate fueron las dedicadas a los ‘fachas’ y a los ‘progres’, respectivamente. Recibiste palos de unos y otros.

Los que se chinan no suelen ser seguidores habituales de la sección. Lo primero a tener en cuenta es que la viñeta que ha circulado por redes sociales y les ha enfurecido está fuera de contexto, y el contexto es la página entera.

Dibujar sobre lo rancio para hacer reír

¿Qué significa que tu prioridad es hacer chistes?

Pues que no me limito a señalar y decir: «Esto es rancio». El dibujo tiene que ser gracioso. Si en una página hay seis viñetas, cinco de ellas deben contener un gag.

Página de #ranciofacts que hace mofa de perfiles de usuarios de Twitter

Ranciedad y redes sociales

¿En qué época lo rancio ha tenido más plataformas de difusión? ¿En los primeros años 90 de las ‘mamachicho’ [bailarinas con poca ropa de la primera etapa de Telecinco] y Jesús Gil, o ahora, en que es tan fácil decir estupideces en redes sociales?

Con las redes sociales, las muestras de ranciedad se multiplican, y se propagan a más velocidad. Antes, el proceso era más lento. Ahora, lo rancio se incuba más rápido. En unas horas, ese lugar común está en boca de muchos. Recuerdo la expresión «Ola k ase», que duró un tiempo. Ahora todo es más frenético, y hubiera caducado rápido. WhatsApp y Facebook son aceleradores de lo rancio.

¿Hay expresiones con aroma a rancio que hayan aparecido pocos años atrás y que sigan siendo vigentes?

Se me ocurre «Se vienen cositas» y «Es bien».

¿Un aforismo rancio que lo ‘pete ahora?

«No tengo pruebas, pero tampoco dudas».

A nosotros nos encanta la fórmula «es como todo».

Eso es más antiguo. Dices «es como todo», y te quedas tan pancho.

Autoretratos del historietista Pedro Vera, en uno de ellos leyendo #ranciofacts
Autoretratos con pose intelectual del historietista Pedro Vera.

«Yo utilizo frases rancias»

¿Incurres en ranciedades con moderación, al ser tan consciente del concepto?

Yo utilizo frases rancias, y no me siento culpable. No es que intente no ser rancio, que por otro lado es imposible. Y si alguien suelta alguna frase de marras, pues no corrijo.

Cuando la gente de tu entorno está a tu lado, ¿tiene miedo de decir cosas rancias? ¿Se nota que se controlan?

[Sonríe] En mi entorno nadie va con ese cuidado. Las situaciones tienen su contexto. Si hay complicidad, porque estás con un amigo, la frase rancia puede ser todo un éxito, un acierto total.

Es que siendo tú quien eres, la cosa se vuelve hasta ‘meta’, cuando lo rancio pasa a ser ‘cool’ y te ayuda a echarte unas risas.

Con el grado de confianza adecuado, el comentario rancio puede ser divertido, puede ayudar a conectar mejor con la otra persona.

Es como todo.

Es como todo.

Lo rancio es algo 24/7. Como observador social, ¿estás todo el día atento al paisaje, en la calle y en las redes sociales? ¿Llevas una libretita encima?

Apunto las ideas en el móvil.

Sed de justicia con Ortega y Pacheco

Ortega y Pacheco se quedaban a gusto, con castigos medievales a los personajes o colectivos a los que metían caña. ¿Era terapia para ti y para tus lectores?

Para mí era catártico. Ortega y Pacheco eran excusas animadas que cumplían mis más oscuros anhelos de justicia social.

Famosos en la diana del dibujante Pedro Vera

¿Hay un club de ‘ofendidos’ de Pedro Vera?

Me llegó que a Massiel [cantante que ganó Eurovisión en 1968] no le gustó una historia que dibujé, en una situación con una piscina llena de whisky. En Twitter me tienen bloqueado Pitingo, Carlos Latre y Josef Ajram. Otros se lo toman como un homenaje, como el periodista deportivo Tomás Roncero.

Carlos Latre, Pitingo y Josef Ajram han bloqueado a Pedro Vera en Twitter

Roncero prepara una paella en la portada del álbum recopilatorio #ranciofacts 2 (‘Mi puto cuñado’).

Así es.

Hilo conductor entre Ortega y Pacheco y los #ranciofacts

Con Ortega y Pacheco dabas un repaso a famosos, esnobs y ciertas tribus, como los ‘gafapastas’ o los aficionados al tuning o a la música máquina de los 90. Con los #ranciofacts, haces puntería con ese ‘cuñado’ que todos llevamos dentro. Entonces y ahora, sacudías al postureo y al que iba de enterado. ¿Qué hilos conductores ves entre Ortega y Pacheco y los #ranciofacts?

A través de Ortega y Pacheco atizaba a gente famosa y cutre del mundo de la música, del cine y del entretenimiento. Pero lo cierto es que el pueblo llano también nos merecemos que nos midan el lomo. Con los #ranciofacts, la perspectiva es más sociológica. Pero siempre hay ganas de ajustar cuentas.

 Página de Ortega y Pacheco publicada en 'La Opinión de Murcia'
Página de Ortega y Pacheco publicada en ‘La Opinión de Murcia’.

Orígenes de Ortega y Pacheco en ‘La Opinión de Murcia’

Antes de triunfar en ‘El Jueves’, Ortega y Pacheco eran más modositos en las páginas de ‘La Opinión de Murcia’.

Nacieron en ese diario regional. Sí, entonces Ortega y Pacheco no iban a tope. Había que ir con ojo con las cartas al director, por lo que en las tiras había algo de autocensura. Eso no evitaba que cuando llegaba a la redacción a entregar las páginas en mano —sí, antes de internet llevabas los dibujos físicamente—, se oía un murmullo a mi paso.

¿Distinguías qué decían?

«¡Es ése, es ése!».

El ‘enfant terrible’ de Murcia.

No pasaba desapercibido [sonríe].

Portada de 'Ortega y Pacheco Deluxe', volumen 1

¿Cómo son los lectores de los #ranciofacts y de Ortega y Pacheco?

¿Se parecen los lectores de Ortega y Pacheco y los lectores de los #ranciofacts?

Son perfiles diferentes. Me daba cuenta en las sesiones de firmas de cómics. Los lectores de Ortega y Pacheco dan más miedo. La forma de vestir es más rebelde, son más curtidos, más de la escuela de la vida. Pero los prejuicios no valen, porque una mujer de 70 años se me acercó para firmar un título de Ortega y Pacheco. Yo, prejuicioso, le dije: «¿Se lo dedico a su nieto?». «¡No! ¡No! ¡Es para mí!», me respondió la mujer. El público de los #ranciofacts es mucho más amplio.

En HBO han hecho la ‘Friends Reunion’. ¿Va a haber una ‘Ortega y Pacheco Reunion’?

Pues mira, me para mucha gente por la calle y me comentan: ¡qué falta hacen Ortega y Pacheco en la situación actual! Se refieren a la enturbiada situación política y social que vivimos.

Dibujo de cómic y nuevas tecnologías

¿Eres de la antigua escuela o te apoyas en la informática y las nuevas tecnologías para dibujar?

Yo era analógico, de planilla y tinta china, hasta que dejé de serlo. David Sánchez [creador de Tú me has matado o No cambies nunca] me vendió su tableta de dibujo porque se compraba una nueva. Probé, y es una maravilla.

Hasta entonces, lo único que hacía con el ordenador era colorear. Pero mi vista ya no es lo que era, y encorvarme es una tortura. Así que le había cogido asco al proceso de dibujo. La tableta fue una salvación. Le pillé el truco enseguida y ahora puedo dibujar sentado. Dibujo como si manejara una moto chopper: repantingado, mirando series y pendiente de Twitter. El trazo ha ganado muchísimo. Y sin la tinta saco mucho mejor las caricaturas.

¿Ya no hay tinta en tu estudio de trabajo?

Bueno, algún amigo muy amigo, me puede pedir algún dibujo, y lo hago a tinta.

Pedro Vera admira las obras maestras del cine, y también las más escapistas, como las de Terence Hill y Bud Spencer
Pedro Vera admira las obras maestras del cine, y también las más escapistas, como las de Terence Hill y Bud Spencer.

El cómic sobre cine de Pedro Vera

Hablemos de tu próximo gran proyecto: ¡un volumen con clichés del cine! Con tu ojo clínico para lo rancio, escudriñas todos los géneros cinematográficos y muchas obras maestras. A lo largo de tu trayectoria, se te nota pasión por este arte. ¿Qué ‘pelis’ te gustan?

Me gusta de todo. Desde las más sesudas, hasta las más idiotas. Recuerdo con nostalgia las películas de Terence Hill que iba a ver al cine de niño. El género de terror, me gusta. De hecho, la primera película que recuerdo es La noche de los brujos, una peli de serie B de vampiras. Yo debía tener 6 o 7 años. ¡Salía la Bárbara Rey! Supongo que mi padre no se había informado sobre la película.

Un film que me impactó fue La profecía, con Gregory Peck. La vi de niño, y tuve pesadillas durante una semana.

Eso sí, cuando quise ir a ver Fiebre del sábado noche, mi padre se puso mosca, porque sospechaba que podía haber sexo.

Pedro Vera, todo un cinéfilo

¿Te atraen todos los géneros cinematográficos?

Todos. Desde musicales hasta David Lynch y Stanley Kubrick. Desde el cine de serie B, hasta el cine de más prestigio, sin olvidar los blockbusters.

¿Debías ser de los que se pillaba cada día una ‘peli’ en el videoclub?

Para tanto no daba el presupuesto. Lo que llegué a tener fue una tonelada de VHS con pelis grabadas de la tele. Grababa de todo: cine clásico, serie B, cine negro, ciencia ficción, dibujos, documentales… ¡Si llego a saber lo de las plataformas que vendrían más tarde!

¿La idea de hacer un cómic sobre el cine nace de tu pasión cinéfila?

Se podría decir que sí; no es que haya hecho ningún estudio de mercado. Ahora estoy muy volcado en la elaboración de este volumen. Voy a tratar todos los géneros cinematográficos y películas cumbre. Se trata de #ranciofacts de cine ya publicados en El Jueves que he ido reservando para un tomo recopilatorio.

Dibujo de Pedro Vera para la sección radiofónica 'Persona física y un señor de Murcia'
De izquierda a derecha, Raquel Martos, Julia Otero y Pedro Vera. Dibujo para la sección ‘Persona física y un señor de Murcia’, del programa ‘Julia en la onda’.

Sección radiofónica en ‘Julia en la onda’ con la participación de Pedro Vera

Desde septiembre de 2020 sales en la radio para hablar sobre lo rancio.

De lunes a jueves, de cinco a cinco y media, participo en la sección Persona física y un señor de Murcia, en Julia en la onda, de Onda Cero. Me acompaña Raquel Martos. Sacamos punta a la actualidad política y social, y yo hablo más de lo costumbrista, de todo lo rancio que nos rodea.

FOTOS Y DIBUJOS: Archivo de Pedro Vera / TEXTO: Manel Torrejón (marketing digital PCBox)