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Qué debes tener en cuenta al comprar un monitor para gaming

17/01/2021

El monitor es determinante para la calidad de la experiencia de juego. Por eso te explicamos qué características debes tener en cuenta a la hora de comprar un monitor para gaming. Sube de nivel con lo mejor en gaming, en la tienda online de PCBox.

Un equipo ‘visual’: importan las sensaciones del usuario

La terminología referida a la torre de un ordenador de sobremesa, o a las entrañas de un portátil, es extensa. Son muchos los conceptos a tomar en consideración cuando hablamos de procesadores, tarjetas gráficas o placas base. Y, hasta cierto punto, las características con las que podemos definir a todas esas partes y componentes son escrupulosamente objetivas.

Con los monitores, el enfoque es algo diferente. Sí, un monitor presenta cualidades objetivas, pero también es cierto que un monitor es un equipo visual. Y cuando la cosa va de imágenes, cada uno tiene su propia opinión. Por tanto, más allá de los atributos que permiten describir un monitor con rigor y precisión, cada usuario tienes sus propias sensaciones sobre qué pantalla se ve mejor.

Por otro lado, también tienes que saber que la tarjeta gráfica del ordenador (al que conectes el monitor) puede influir en la elección del monitor.

Frecuencia de refresco

La frecuencia de refresco, que en inglés conocemos como refresh rate, mide la velocidad a la que el monitor cambia la imagen.

Así es, vivimos en una época con tecnologías de vanguardia pero, como hace décadas, el vídeo sigue siendo un conjunto de imágenes que se renuevan a toda velocidad

Gaming: 120 Hz o más

La rapidez con la que se renueva la imagen de la pantalla se mide en hercios (Hz). Si tienes una pantalla de 120 Hz, eso significa que puede refrescar la imagen 120 veces por segundo. Un monitor de 60 Hz transforma la imagen a la mitad de velocidad: 60 veces por segundo.

Una buena parte de los monitores actuales funcionan con una tasa de refresco de 60 Hz. Los monitores de gaming, sin embargo, cambian la imagen en pantalla 120 o 144 veces por segundo (120 o 144 Hz).

Clave para la experiencia visual

Cuanta mayor frecuencia de refresco, más fluida será la ejecución visual del juego. Siempre y cuando, claro, la tarjeta gráfica de tu ordenador esté a la altura.

Además, con una velocidad de refresco elevada, cansarás menos tu vista. Eso es muy importante cuando estás muchas horas frente a la pantalla.

Por otro lado, una velocidad de refresco insuficiente provoca el fastidioso efecto estela en las imágenes en movimiento.

G-Sync y FreeSync

De la mano de la frecuencia de refresco, tenemos otros dos términos: G-Sync (tarjetas gráficas Nvidia) y FreeSync (tarjetas gráficas AMD).

Cada fabricante de tarjetas gráficas impulsa su propia versión de tecnología de frecuencia de refresco. Este concepto también es conocido como sincronización adaptativa (adaptive sync).

La idea es que tu tarjeta gráfica y tu monitor sincronicen sus tasas de refresco para producir una imagen consistente, fluida y de la mayor calidad

Con estas tecnologías, disminuyen los fallos o retrasos en las imágenes. Ventajas de que el monitor tenga un canal de comunicación más directo y efectivo con la tarjeta gráfica.

¿Qué pasa cuando el monitor no puede digerir tantos frames?

Cuando una tarjeta gráfica nutre al monitor de más frames de los que este puede mostrar o digerir, nos enfrentamos a un problema de tearing de pantalla.

¿Y qué entendemos por screen tearing? Pues bien, es cuando en la pantalla surge una línea horizontal que rasga la imagen. La sección de arriba ya no está sincronizada con la de abajo. Cada sección de pantalla muestra un frame diferente. En otras palabras, porciones de la imagen actual y de la imagen siguiente se muestran en la pantalla al mismo tiempo.

Por supuesto, el tearing destroza la experiencia de gaming. Y, literalmente, te puede provocar dolor de cabeza.

El adaptive sync es genial, pero debes tener una tarjeta gráfica adecuada. En términos generales, si tienes una tarjeta Nvidia GeForce, necesitas un monitor G-Sync. Y si tienes una tarjeta gráfica AMD Radeon, tienes que elegir un monitor FreeSync.

A tener en consideración que algunos monitores FreeSync también son compatibles con G-Sync.

‘Input Lag’

La frecuencia de refresco es solo una parte de un engranaje mucho más grande. No debes olvidar el input lag.

Cuando disparas y la explosión del disparo tarda medio segundo

Cuando se trae a colación el input lag, se suele hablar del lapso de tiempo desde el momento en que le das a una tecla en tu teclado o haces click en el ratón, y el momento en que esa acción se refleja en la pantalla.

Si no hay un lag (retraso) perceptible, la cosa va bien. La respuesta es inmediata. Si hay lag, disparas con tu arma y puede pasar medio segundo o más hasta que ese disparo se hace efectivo. Un fastidio.

Otro significado: desfase de la señal de vídeo

La segunda acepción se circunscribe a la imagen. Siempre hay un ligero desfase entre cuando una señal de vídeo llega al monitor, y cuando esa señal se hace presente en la pantalla. Puede ser cosa de milisegundos. Hay personas que definen este fenómeno con la expresión input lag, si bien la expresión más adecuada es display lag.

Necesitas un ‘input lag’ bajo

Sea como sea, cuando estás jugando una partida frenética, te puede ocurrir que te ataquen sin que hayas podido tomar conciencia de la presencia de unos atacantes.

El input lag no solo es cosa del monitor. También puede influir la configuración gráfica de tu equipo.

Para averiguar el input lag de un monitor, muchas veces vas a tener que buscar esa información en reviews. Es decir, se trata de poner en un buscador online la siguiente secuencia: «input lag [monitor Z]».

La mayoría de monitores ofrecen un input lag apropiado, si bien en algunos juegos es crucial que ese retraso sea ínfimo.

Tiempo de respuesta

El tiempo de respuesta es lo que tardan los píxeles en un monitor en cambiar de un color a otro. Se mide en milisegundos.

A menudo lo que se cronometra es el tiempo en ir de negro a blanco, y de blanco, a negro.

A veces verás que el tiempo de respuesta es algo como 4 ms (GTG). Esta sigla significa gray-to-gray. El monitor comienza con el color gris, y va pasando por un amplio espectro de tonos de gris.

Por lo general, cuanto más bajo sea el tiempo de respuesta, mejor. Y es que esto significa que los píxeles de tu monitor pueden cambiar con la rapidez suficiente como para dar el salto hasta el siguiente frame. Sí, este concepto guarda mucha relación con el de la frecuencia de refresco.

Juegos multijugador, caracterizados por la velocidad, como Street Fighter, se benefician de tiempos de respuesta bajos

Ghosting

Si los píxeles no se mueven hastsa la siguiente imagen con velocidad suficiente, puedes acabar con ghosting en la pantalla. Este fenómeno consiste en objetos que se ven borrosos o como si vieses doble. Y también podría parecer que ítems que están en el fondo, tienen halos a su alrededor.

TN e IPS

Hay dos tipos de tecnologías de panel de pantalla: TN (twisted nematic) e IPS (in-plane switching). Los paneles TN ofrecen algunos de los mejores tiempos de respuesta para los monitores de gaming. Por otro lado, algunos gamers se quejan de colores desgastados.

Las opiniones sobre estas tecnologías difieren. Lo mejor es que puedas comprobarlas en tu tienda PCBox.

HDR

La característica High dynamic range (HDR) la encontrarás sobre todo en los monitores 4K UHD. HDR permite el despliegue de un rango de colores más amplio en la pantalla. Como resultado, los colores se ven más vívidos en la pantalla. El efecto es impresionante.

Tecnología Quantum Dot

Las pantallas Quantum Dot emplean minúsculos semiconductores de cristal (no más grandes que unos pocos nanómetros). Cada uno de esos semiconductores puede emitir un color singular y muy auténtico. El blanco que se consigue es supervibrante.

El resultado final es que el monitor ofrece un espectro de colores más amplio, y unos colores más vívidos.

Espacio de color

El espacio de color es el rango potencial de colores que un monitor puede mostrar.

Hay varios espacios de color, como sRGB, AdobeRGB y NTSC.

El fabricante dirá que su monitor puede cobrir un porcentaje X de sRGB (el espacio de color más habitual), NTSC, o AdobeRGB. Así que si sRGB define su set de color para incluir un rango específico de tonos de color, entonces el monitor podrá reproducir de forma fidedigna el porcentaje X de los colores que habitan en ese espacio.

Brillo máximo

El brillo máximo se mide en candelas por metro cuadrado (cd/m2). Cuando una imagen se muestra en tu monitor, las partes más brillantes de ésta pueden alcanzar ese brillo máximo.

Se considera aceptable un brillo máximo de entre 250 y 350 cd/m2. Un monitor HDR tiene al menos 400 nits (1 nit equivale a 1 cd/m2)

Hay usuarios que apreciarán un monitor con 1.000 nits. En cambio, otros se quejarán de un brillo excesivo para sus ojos.

Ratio de aspecto

La ratio de aspecto se muestra de la siguiente manera: 16:9, 21:9, o 32:10. El primer número de la ratio corresponde al ancho y el segundo, a la altura.

Muchos programas de TV de los años 80 o antes, se filmaban con una ratio de 4:3. Si los ves en tu tele panorámica ahora, ese programa ocupa la parte central de tu moderna TV de 16:9

Las pantallas ultrawide suelen mostrar ratios de 21:9.

Dimensión

Cuanto más grande, mejor. Eso sí, siempre teniendo en cuenta la superficie de la habitación, rincón o despacho donde has creado tu espacio para gaming.

Una pantalla de 21 pulgadas puede ser más que suficiente. Si el espacio es muy grande, puedes apuntar más alto. Ten presente que con un monitor de 27 pulgadas te puedes situar a menos de un metro de distancia sin riesgo para tu vista.

Es recomendable que el monitor permita ajustar inclinación y distancia, con memoria por si mueves la pantalla.