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¿Vale la pena un monitor de 240 Hz?

12/12/2022

En este post nos preguntamos si es una buena idea pasarte a un monitor de 240 Hz. Te explicamos todos los beneficios de esta frecuencia de refresco, así como también sus límites y sus desventajas.

¿Qué es la frecuencia de refresco del monitor?

Los hercios o Hz miden las veces que se renueva la imagen en un monitor en cada segundo. Se trata de la tasa o frecuencia de refresco de la pantalla.

Se trata de un concepto muy similar al de FPS, o Frames Per Second. La diferencia es que los fotogramas por segundo se refieren a la actualización que genera la GPU o unidad de procesamiento gráfico, y los hercios (también por segundo) aluden a la actualización de la imagen en el monitor. Hz y FPS son equivalentes. Así, un monitor de 120 Hz puede mostrar 120 FPS a la perfección. Sin embargo, como hemos visto, se trata de unidades de medida diferentes.

¿Qué es un monitor de 240 Hz?

Un monitor de 240 Hz actualiza la imagen hasta 240 veces por segundo. Sería lo mismo que decir que tiene una frecuencia de refresco de 240 Hz.

¿Siempre es mejor tener más frecuencia de refresco?

Si te gusta el gaming, la frecuencia de refresco es decisiva. Cuantas más veces se actualice la imagen en tu monitor, mejor. Vas a disfrutar de una ventaja competitiva en relación a tus rivales.

Las grandes ventajas de tener un monitor con más Hz son las siguientes:

  • Verás lo que pasa en el juego antes, lo que te permitirá reaccionar con más velocidad.
  • Disfrutarás de una imagen de más calidad, sin los problemas que pueden causar las acciones más movidas y rápidas.
  • Con un monitor de 240 Hz o más, tendrás una experiencia de gaming comparable a la de las competiciones de más alto nivel.

Si tu perfil no es de gaming, una mayor frecuencia de refresco puede mejorar tu experiencia de uso del ordenador cuando haces scroll por redes sociales o cuando ves una película con mucha acción. Incluso mejorará la precisión con que manejas el ratón y podría reducir la fatiga visual.

¿Notas la diferencia al usar un monitor de 240 Hz?

Si hasta ahora solo has utilizado monitores de 60 Hz, vas a notar una enorme mejora de imagen y una experiencia mucho más inmersiva al pasarte a 120 Hz. Sobre todo lo vas a notar si eres de los que juegas al ordenador. El siguiente salto para notar una mejora —en este caso, no tan grande— será cuando cambies tu monitor de 120 Hz por uno de 240 Hz. En otras palabras, no vas a advertir mucho cambio al pasar de 120 Hz a 144 Hz o 165 Hz.

Evidentemente, si pasas de golpe de 60 a 360 Hz, la experiencia con el monitor va a transformarse de forma radical.

Benq explica en su sitio web que aumentar la frecuencia de refresco por encima de determinados niveles puede no ser exageradamente perceptible por el usuario. Pero que, «una vez [la persona] se acostumbra, volver a velocidades de fotogramas más bajas es muy notable». La frase que resume este fenómeno es la de que enseguida nos acostumbramos a las cosas buenas.

¿Quién necesita un monitor de 240 Hz o más?

Los jugadores profesionales o que viven el gaming de forma más competitiva necesitan un monitor de 240 Hz.

Cuando juegas con una frecuencia de refresco muy alta, reaccionas ni que sea ligeramente más rápido a todos los estímulos del juego. La experiencia de gaming es más fluida.

Los monitores de más de 165 Hz tienden a tener menos input lag. Por encima de estos niveles, vas a notar mejoras, aunque siempre van a ser pequeñas ventajas competitivas.

¿Necesitas un monitor de 240 Hz si no eres gamer?

Si no das un uso de gaming al ordenador, una frecuencia de refresco de 240 Hz podría no hacerte falta. La experiencia de uso será siempre ligeramente mejor, pero hay que tener en cuenta que el salto desde 165 a 240 Hz obliga a disponer de más presupuesto.

La mayoría de personas tienen más que suficiente con un monitor de 120 o 165 Hz. Si no juegas nunca, un monitor de 120 Hz puede ser más que suficiente.

Monitores de 240 Hz: ¿qué pasa con la resolución?

Los monitores con tasas de refresco más elevadas solo ofrecen resoluciones de hasta 1440p. Esta es probablemente la principal desventaja de estas pantallas.

Se podría decir que no lo podemos tener todo, porque los monitores 4K suelen tener tasas de refresco más bajas.

Con todo lo dicho, si lo que valoras por encima de todo es la resolución (más que el rendimiento en el juego), buscarás un monitor con más píxeles. Para ello, deberías buscar una pantalla por debajo de los 240 Hz.

Ordenador a la par del monitor de 240 Hz

Para aprovechar al máximo la alta frecuencia de refresco del monitor, el ordenador debe ser capaz de servir la misma cantidad de frames. ¿De qué sirve un monitor de 240 Hz si el número de FPS es muy inferior?

Por tanto, vas a necesitar un ordenador con una excelente tarjeta gráfica. También deberías verificar que el cable que va al monitor es capaz de transmitir la actualización de imagen deseada. Si tienes un monitor de 120 Hz pero el sistema de tu PC solo puede producir 60 frames por segundo, solo vas a poder ver esos 60 frames. Esta explicación también sirve a la inversa, cuando el equipo informático es más veloz que el monitor. La conclusión es que monitor y ordenador deben ir a la par.