La televisión, esa gran invención que llegó a los hogares en los años 50 del siglo pasado, nunca se ha ganado tan a pulso como ahora la calificación de caja tonta. El deterioro de la calidad de la oferta de contenidos generalista (la oferta que no es de pago, para entendernos) ha contribuido a poner de moda el término telebasura.
Abundan contenidos de lo más flojitos y, además, para consumir la tele al modo tradicional, tenemos que suportar eternos bloques de anuncios.
Para huir de esa dinámica, han surgido estos últimos años las teles inteligentes, las Smart TV. Los contenidos televisivos tradicionales siguen siendo los mismos, pero con las Smart TV podemos acceder a todo un nuevo horizonte de contenidos gracias a la conectividad a internet.
De este modo, podemos consumir películas o programas bajo demanda, acceder a nuestro perfil de Facebook o Twitter, entretenernos con los vídeos de Youtube, y leer prensa online. Y muchas más cosas. Con estos nuevos equipos, el televisor deja de ser tonto y el usuario cobra todo el protagonismo.
En resumen, gracias a internet, el consumidor de contenidos ya no está a la espera de lo que le eche el canal de turno, sino que puede decidir cómo pasa su tiempo frente a la pantalla.
Hoy en día se pueden adquirir Smart TV muy completos a precios muy competitivos. Pero la primera pregunta que tenemos que hacernos a la hora de valorar la idoneidad de hacernos con una de estas teles, es si tenemos conexión a internet en nuestro hogar.
Se trata de una pregunta muy importante, porque sin internet, la Smart TV pierde buena parte de su sentido. Le podremos dar el uso tradicional que le damos a una televisión pero, para eso, ya nos basta con una buena tele que no sea una Smart TV.
La siguiente pregunta a la que debemos dar respuesta, es si vamos a dar uso a su potencial. Es decir, ¿vamos a navegar por internet, emplear Apps, entrar en redes sociales o consumir contenidos en streaming?
Si no lo tenemos muy claro, quizá no valga la pena. Siempre estaremos a tiempo de comprar más tarde un reproductor multimedia que nos dote de alguna de las funciones características de las Smart TV. Ahora bien, la verdad es que las teles Smart TV están aquí para quedarse, y que por relación calidad-precio son una excelente oportunidad de mejorar nuestra experiencia de ocio en el salón.
Pensemos que con estos nuevos equipos ocurrirá algo similar a lo que ha pasado con los móviles, con el paso desde la terminal convencional al smartphone. Así, casi sin darnos cuenta, el smartphone ha llegado a manos de millones de personas, e incluso los más suspicaces y escépticos ante los avances tecnológicos se han apuntado al teléfono inteligente.
Con sistema operativo propio
Las Smart TV son teles con un sistema operativo propio, como pasa con un ordenador, un smartphone o una tableta. Asimismo, disponen de conectividad (por cable o inalámbrica) para acceder a internet y a otros dispositivos conectados a la red doméstica mediante el protocolo DLNA.
Como pasa con las tabletas o smartphones, el sistema operativo nos garantiza que podremos emplear un gran número de Apps o aplicaciones (si bien no tantas como las que están disponibles para dispositivos móviles). Así es cómo podremos acceder a redes sociales, a juegos y a otras opciones.
A destacar que algunas aplicaciones de cierta entidad, como Youtube, Facebook, Flickr, Vimeo o Twitter, las hallaremos en todos los modelos de Smart TV. Siempre es bueno chequear el catálogo de las aplicaciones disponibles en los modelos que atraigan nuestro interés. A reseñar que aún no hay un sistema operativo hegemónico: cada marca suele emplear su propio sistema operativo.
La conectividad es uno de los aspectos clave. De hecho, esta característica es un elemento definitorio de la Smart TV. Una Smart TV sin conectividad, no es Smart. Habrá que comprobar qué tipo de conectividad hay disponible. Como la televisión no suele estar al lado del router, es importante que la Smart TV cuente con conectividad Wifi integrada en el mismo equipo.
No nos vale que el equipo sea Wifi Ready: eso significa que podemos incorporar un adaptador Wifi por USB, que muchas veces debemos comprar aparte y que nos va a ocupar de forma permanente uno de los puertos USB del televisor.
Asimismo, es bueno que comprobemos que haya varias conexiones HDMI (ya vamos por las 2.0) para poder conectar, con la mayor calidad de imagen y sonido, otros dispositivos, como consolas o reproductores de Blu-ray.
A tener en cuenta: la compatibilidad con WiFi Direct hace posible enlazar dispositivos de forma directa, pero con un mayor alcance y velocidad de conexión que el Bluetooth. Para ello, televisor y dispositivo deben ser compatibles WiFi Direct.
Otro de los grandes atractivos de las Smart TV es su potencial para convertirse en un equipo de videoconferencia para el salón de nuestro hogar. Y es que un buen número de estos televisores pueden emplear Skype, una aplicación de éxito en sobremesas y tabletas para hacer llamadas y videollamadas a través de internet. Para que le saquemos el máximo provecho a Skype, el Smart TV debe disponer de micrófono y de cámara. Así, nuestro interlocutor nos podrá escuchar y también nos podrá ver.
Si el Smart TV encaja con tus expectativas, ahora es un buen momento para hacerte con uno. Ahora hay disponibles a precios muy atractivos equipos de altísimas prestaciones. Tras varios años de evolución del concepto, el mercado nos ofrece televisores inteligentes que van a revolucionar la forma en que entendemos el consumo televisivo y el ocio en el salón.
Encontrarás Smart TV en la tienda online de PCBox: