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15 consejos para optimizar la memoria de un PC lento

13/12/2024

Un ordenador que va lento te puede poner de los nervios. Si tu PC tarda una eternidad en hacer tareas simples. y cambiarlo no es una opción ahora mismo, no te preocupes demasiado. ¡Porque hay formas de aliviar la carga de trabajo del sistema para que funcione mejor! En este artículo te contamos 15 consejos prácticos que te ayudarán a reducir el uso de memoria y mejorar el rendimiento de tu equipo.

Elige programas ligeros

No todos los programas son iguales. Algunos consumen más recursos que otros sin ofrecer una ventaja clara. Por ejemplo, reemplazar Microsoft Office con LibreOffice o usar GIMP en lugar de Photoshop puede aliviar el consumo de recursos. Lo explicamos a modo de ejemplo: no se trata de cambiar de software de procesador de textos si el que usas ya te va bien. Sencillamente, es algo a tener en cuenta, sobre todo si usas el ordenador poco para escribir textos.

Para saber qué aplicaciones consumen más memoria, abre el Administrador de tareas (Ctrl + Shift + Esc), identifica las que gastan más recursos y busca alternativas más eficientes. ¡Tu ordenador lo notará!

Gestiona las aplicaciones que se inician automáticamente

¿Sientes que tu PC tarda años en arrancar? Es probable que tengas demasiados programas cargándose al iniciarse Windows. Ve al Administrador de tareas > pestaña Inicio y evita que estos programas arranquen automáticamente al iniciar Windows. Para ello, los debes deshabilitar. Esto no elimina los programas ni impide que los uses. Simplemente evitarás que se carguen al iniciar Windows. Podrás abrirlos manualmente cuando los necesites. Deja solo lo esencial, como el antivirus.

Desactiva las aplicaciones en segundo plano

Incluso después de cerrarlos, muchos programas siguen ejecutándose en segundo plano. Esto puede agotar los recursos de tu sistema. Ve al Administrador de tareas > Procesos, organiza la lista por uso de memoria y para las aplicaciones que no necesites. Cuidado con los procesos esenciales del sistema. Si tienes dudas, busca información en internet antes de cerrarlos.

Optimiza las configuraciones de los programas

Algunas aplicaciones permiten ajustar configuraciones para un uso más eficiente de los recursos. Por ejemplo, desactiva la aceleración por hardware en navegadores o baja la calidad de los gráficos en juegos. Estos pequeños cambios pueden suponer grandes mejoras en el rendimiento.

Reduce los efectos visuales

Los efectos visuales, como animaciones, sombras y transparencias, son agradables a la vista. Sin embargo, pueden ralentizar tu sistema. Busca «Ajustar la apariencia y rendimiento de Windows» en el buscador de Windows y selecciona la opción «Ajustar para obtener el mejor rendimiento». También puedes desactivar solo las opciones que consideres menos importantes.

Ajusta la resolución de pantalla

Bajar la resolución de tu pantalla reduce la carga de trabajo de la CPU y GPU, liberando recursos que pueden ser utilizados para otras tareas importantes. Este consejo puede ser muy útil en ordenadores de gama baja o antiguos. Ve a Configuración > Sistema > Pantalla y elige una resolución más baja que la recomendada si notas que el rendimiento no es el deseado.

Simplifica el diseño visual de tu PC

Los temas con efectos 3D o animaciones pueden sobrecargar el sistema. Opta por un tema básico de Windows. Para hacerlo, haz clic derecho en el escritorio, selecciona «Personalizar» y ve a la sección «Temas». Ahí, elige un tema clásico o sencillo. Este proceso es válido tanto para Windows 10 como para Windows 11. Además de liberar memoria, estos temas pueden ayudarte a concentrarte mejor al trabajar.

Resuelve problemas del ordenador al momento

Si notas que el PC va lento de repente, revisa los procesos activos en el Administrador de tareas. Procesos como WMI Provider Host pueden consumir muchos recursos si algo va mal. Actualiza tu sistema o desactiva servicios innecesarios para solucionar estos problemas.

Evita el multitasking extremo

Tener abiertas demasiadas aplicaciones y pestañas del navegador puede sobrecargar tu ordenador. Cierra lo que no uses y, si trabajas con muchas pestañas, valora la posibilidad de usar herramientas que las gestionen de forma eficiente como OneTab.

Actualiza programas y sistema operativo

Las actualizaciones no solo traen nuevas funciones, también corrigen errores que pueden estar afectando el rendimiento. Activa las actualizaciones automáticas tanto para Windows como para las aplicaciones que usas con frecuencia.

Elimina programas no deseados y malware

Algunos programas que ya no usas o que instalaste por error pueden estar consumiendo recursos. Ve a Configuración > Aplicaciones y desinstala lo innecesario. También haz análisis regulares con un antivirus y antimalware para mantener tu sistema limpio y ordenado.

Limpia archivos temporales y caché

Los archivos temporales y la caché pueden acumularse y ocupar un espacio valioso. Usa herramientas como el Liberador de espacio en disco de Windows o programas como CCleaner para mantener limpio tu sistema.

Desactiva servicios innecesarios de Windows

Windows ejecuta muchos servicios en segundo plano que no siempre son necesarios. Ve a Configuración > Aplicaciones > Características opcionales y desactiva lo que no uses, como servicios de fax o funciones de tabletas gráficas.

Controla las extensiones del navegador

Demasiadas extensiones en tu navegador pueden ralentizar tu PC. Revisa de forma periódica las que tienes instaladas y desactiva o elimina las que no uses con frecuencia.

Cambia a disco duro SSD

Si puedes invertir un poco, cambiar tu disco duro tradicional por un SSD es una de las mejores formas de mejorar el rendimiento. Los SSD son mucho más rápidos y harán que tu PC se sienta como nuevo.

A veces, el ordenador se queda tan corto de recursos que la mejor solución es invertir en un equipo nuevo. Esta vez, asegúrate de que el nuevo ordenador cuente con una capacidad de memoria generosa, suficiente para cubrir tus necesidades actuales y con margen para el futuro.

Seguir estos consejos te ayudará a sacar el máximo provecho de tu ordenador sin importar su edad o potencia. Recuerda que lo más importante es ajustarlo para que funcione de forma eficiente, sin sobrecargarlo con tareas que no sean esenciales. ¡Tu PC te lo agradecerá!