¿Qué vas a ver aquí?
Un monitor de PC debe tener el tamaño adecuado para el uso que se le va a dar. Analizamos cuándo un monitor es demasiado grande y se deteriora la experiencia de visualización de la pantalla y de uso del ordenador.
Elegir tamaño de monitor: una decisión personal
En este post ofrecemos criterios y reglas para elegir tamaño de monitor de PC de una manera fundamentada. Sin embargo, a la hora de la verdad, las preferencias personales son determinantes. Algunas personas prefieren una pantalla más grande para una experiencia inmersiva, mientras que otras valoran la eficiencia y la comodidad de una pantalla de un tamaño más pequeño.
Sobre todo, recuerda que un monitor más grande no siempre es mejor. Y, pensando en tu salud, elige siempre un monitor que evite tu fatiga visual.
Los grandes factores a tener en cuenta al decidir el tamaño del monitor son la densidad de píxeles, la distancia desde tu silla al monitor, la superficie disponible en la mesa y el uso previsto del equipo
Densidad de píxeles para elegir tamaño de monitor
A la hora de elegir tamaño de monitor, un factor decisivo es la densidad de píxeles. Se trata de una medida distinta de la resolución, que se centra solo en el número total de píxeles en un panel. La densidad de píxeles se mide en píxeles por pulgada (PPI) o píxeles por centímetro (PPCM) y cuantifica la proximidad de los píxeles individuales entre ellos. Cuanta más densidad, más difícil será distinguir los píxeles individuales. Así, es preferible una pantalla con un PPI más alto, ya que se verá nítida y clara incluso a distancias cortas.
Con esta explicación es fácil entender que la densidad de píxeles está estrechamente relacionada con la distancia a la que debes sentarte para obtener la mejor experiencia de uso del monitor. Para entenderlo fácilmente, tomemos como ejemplo un televisor 4K de 65 pulgadas y un monitor 4K de 27 pulgadas. Ambos tienen la misma resolución (4K), pero la distancia ideal a la que sentarse frente a estas pantallas varía. La menor densidad de píxeles en la TV de 65 pulgadas significa que tendrás que alejarte más de la pantalla para experimentar una imagen nítida y detallada, ya que los píxeles individuales estarán más separados entre sí. En otras palabras, los monitores con más densidad de píxeles están pensados para su uso desde distancias más próximas a la pantalla.
En el ejemplo propuesto aquí abajo, el monitor 4K de 32 pulgadas está diseñado para usarse a una mayor distancia, y el de 24 pulgadas, a una menor distancia.
- Monitor 4K de 24 pulgadas: 183,58 PPI
- Monitor 4K de 32 pulgadas: 137,68 PPI
Espacio de escritorio y distancia desde la silla al monitor
Una vez tenemos claro el concepto de la densidad de píxeles, los dos primeros factores a los que hay que prestar atención son la superficie disponible de escritorio y la distancia a la que te sientas en relación al monitor.
Si tienes una mesa con cierta profundidad y, por tanto, puedes sentarte más lejos del monitor, un monitor más grande con una densidad de píxeles más baja, puede ser una buena opción.
Recuerda que cuanto más tamaño tenga el monitor, más espacio de escritorio ocupará. No solo debes pensar en términos de amplitud, sino también de profundidad. Los monitores más grandes suelen necesitar una base más grande para garantizar la estabilidad.
Distancia recomendable frente al monitor
En este punto, surge una pregunta importante. ¿A qué distancia mínima es recomendable sentarse frente al monitor?
Una buena regla general es sentarte a una distancia de 50 a 75 centímetros de tu monitor. Debes poder leer de forma cómoda sin necesidad de desplazar demasiado los ojos o de inclinarte hacia adelante, forzando el cuello. La necesidad de mover mucho los ojos generalmente ocurre cuando estás muy cerca de una pantalla grande o cuando la densidad de píxeles de la pantalla es baja. Con los monitores grandes, es básico encontrar una distancia que permita ver bien el contenido sin forzar la vista ni el cuello.
Para monitores mucho más grandes, como los de 42 y 48 pulgadas, deberás sentarte más lejos.
Los monitores ultrapanorámicos complican un poco más la decisión. Para hacerte una idea, es como tener dos monitores juntos, uno al lado del otro, aunque sin ningún espacio entre ellos. En el espacio de trabajo u ocio donde vayas a poner el monitor ultraancho, deberás estimar si podrás ver con facilidad toda la pantalla.
Visualización cómoda: campo de visión de entre 30º y 40º
Para una configuración de monitor tradicional de 16:9, podemos tomar prestado un consejo del ámbito de la televisión, según el cual un campo de visión de entre 30º y 40º permite una visualización cómoda. Para calcular la distancia de visualización ideal según el tamaño de pantalla, multiplica el tamaño de la pantalla diagonal por 1,6 (para 30º) o 1,2 (para 40º). De esta manera, para un portátil de 15 pulgadas (38 centímetros), la distancia ideal para un campo de visión de 30º sería de 61 cm (60,96). Para calcular el tamaño ideal de la pantalla a partir de la distancia desde la silla, hay que multiplicar la distancia de visualización por 0,6 (30º) o 0,84 (40º).
Dicho esto, hay que saber que para tareas de trabajo, como procesamiento de texto y diseño gráfico, no es necesario un campo de visión tan amplio. De este modo, un rango de 30º a 40º puede ser más relevante para aplicaciones de entretenimiento, mientras que en entornos de trabajo es más importante tener una configuración de pantalla que permita una lectura cómoda y la visualización de detalles, lo que no requiere un campo de visión tan grande.
Descubre tu nuevo monitor en PCBox
Uso real del monitor
Cuando se trata de seleccionar el tamaño de tu monitor de PC, es fundamental tener en cuenta el uso real que le darás. Piensa en las tareas o actividades que realizarás con mayor frecuencia en tu monitor. Por ejemplo, si tu trabajo implica diseño gráfico, programación o edición de video, es posible que necesites una pantalla más grande para ver los detalles con claridad. Ahora bien, si usas el PC sobre todo para tareas de oficina o navegación web, un monitor más pequeño podría ser suficiente.
¿Qué densidad de píxeles usas ahora?
Hemos analizado varios criterios que ayudan a elegir el tamaño del monitor del PC. Preferencias personales, uso específico que se le dará al monitor, densidad de píxeles, espacio de escritorio y distancia desde la silla hasta el monitor. Pero es importante no olvidar otro factor, que es el monitor que estás utilizando en la actualidad.
Si tienes un monitor grande, de más de 27 pulgadas, con una resolución de 1080p, es muy probable que la experiencia de visualización del nuevo monitor sea mucho mejor, gracias a una mayor resolución que garantice una mayor densidad de píxeles. El proceso inverso puede resultar frustrante. Imagina cambiar a una pantalla más grande que no mantenga la misma densidad de píxeles de tu monitor actual. Vas a va ver todos los elementos del escritorio con peor calidad.
Un monitor de más tamaño no siempre es mejor
Con las pautas que hemos ido evaluando, queda claro que el monitor más grande no siempre es el mejor. Dejando a un lado el presupuesto, y centrándonos en las necesidades del usuario, ¿qué tamaño es adecuado? Para ello, hay que responder a varias preguntas. ¿Qué uso se le da al ordenador? ¿Qué distancia hay hasta el monitor en el espacio donde se va a instalar la pantalla? Por otro lado, al margen de la densidad de píxeles (que se calcula a partir del tamaño y la resolución), hay otras características, como la tasa de refresco, que deben influir en la elección del monitor.
Un monitor con demasiadas pulgadas puede afectar la experiencia de uso de varias maneras.
- Fatiga visual y problemas ergonómicos. La necesidad constante de mover los ojos y el cuello para ver todo el contenido en pantalla puede provocar tensión ocular y malestar.
- Fatiga general. Además de la fatiga visual, un monitor excesivamente grande puede conducir al cansancio físico y mental de forma más rápida, ya que podría requerir un esfuerzo adicional para seguir y procesar la información en pantalla.
- Distracción. Un monitor grande puede ser una fuente de distracción, ya que te pone fácil abrir múltiples ventanas o aplicaciones a la vez. Esto puede dificultar la concentración en una tarea específica.
- Menos eficiencia. Si no utilizas eficazmente el espacio de pantalla adicional, podrías acabar siendo menos eficiente en tu trabajo. La necesidad de desplazarte en todo momento por la pantalla para acceder a diferentes áreas, puede ralentizar tus tareas.