La inclusión de complejos sistemas multimedia y motorizaciones eléctricas amenazan con convertir a los automóviles de mañana en auténticos gadgets con cuatro ruedas. Irónicamente, uno de los deportivos más genuinamente puros del reciente Salón del Automóvil de Detroit ha resultado tener también una de las instrumentaciones tecnológicamente más avanzadas, a la altura de algunos grandes y sofisticados turismos de lujo.
Bajo la cúpula de instrumentos del nuevo Chevrolet Corvette C7 Stingray se oculta una pantalla LCD de ocho pulgadas y «alta resolución» con tres configuraciones posibles: sport, touring y race.
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